Dormir es la clave para tu mejor entrenamiento. Esto es lo que debe saber
Dormir mejor equivale a hacer mejor ejercicio. Descubra por qué su descanso juega un papel muy importante en sus entrenamientos.
Probablemente hayas hecho mucho para potenciar tus entrenamientos. Desde beber mucha agua de antemano hasta ponerse unos buenos auriculares para que el ritmo te mantenga animado, sabes que lo que haces antes del entrenamiento es importante. Y eso es cierto mucho antes de que comience su rutina de preparación para hacer ejercicio. Veamos la relación entre el sueño y el ejercicio.
En pocas palabras, dormir mejor significa hacer mejor ejercicio. Entonces, si ha estado buscando batir su récord personal, asegúrese de irse a dormir temprano la noche anterior.
Las investigaciones muestran que el sueño y el ejercicio tienen una relación bidireccional. En otras palabras, tu entrenamiento puede ayudarte a dormir y tu sueño puede ayudarte a mejorar tu entrenamiento. Dormir no sólo ayuda a potenciar tu nivel de actividad; hace que sea más probable que sea más activo. Otro estudio encontró que la calidad del sueño puede predecir con bastante precisión el nivel de actividad de una persona al día siguiente.
Entonces, el sueño afecta la condición física. Un sueño de mala calidad o insuficiente hace que sea menos probable que se mantenga activo. Por otro lado, un sueño profundo puede ayudar a que su cuerpo se sienta bien y funcione de la mejor manera. Dormir hace de todo, desde aumentar tu energía, ayudándote a avanzar al siguiente nivel en tu entrenamiento, hasta apoyar la reparación muscular, algo imprescindible si quieres volverte más fuerte. También ayuda a que su cerebro funcione al máximo. Si practicas deportes o haces un ejercicio complicado como un flujo de yoga complicado, un buen descanso nocturno es de gran ayuda.
Podríamos citar una amplia gama de estudios para obtener más pruebas, pero probablemente usted mismo haya sentido la evidencia. Después de un mal sueño, definitivamente no te apresuras a atarte las zapatillas. En cambio, después de unas cuantas noches de buen descanso, te sientes más motivado y capaz, lo que te ayuda a hacer mejor ejercicio y a disfrutarlo más.
Ahora ya conoces la relación entre sueño y ejercicio: dormir mejor significa hacer mejor ejercicio y viceversa. Pero entre todas las exigencias de tu ajetreada vida diaria, es posible que sientas que debes elegir una u otra. A continuación, tenemos algunos consejos que le ayudarán a dormir lo suficiente y aprovechar al máximo su ejercicio.
Su cuerpo depende de un reloj interno (su ritmo circadiano) para ayudarlo a conciliar el sueño, permanecer dormido y despertarse sintiéndose descansado. Hacer ejercicio puede ayudar a que este mecanismo de reloj funcione como debería, al reducir el nivel de cortisol (estrés). Pero para que su ritmo circadiano funcione de la mejor manera, debe levantarse y acostarse a la misma hora todas las noches (sí, incluso los fines de semana).
Si quieres levantarte temprano para hacer ejercicio antes de tu jornada laboral, está bien. Solo asegúrese de levantarse a esa hora o cerca de esa hora todas las mañanas y de acostarse lo suficientemente temprano para dormir al menos siete horas.
Si tiene dificultades para cumplir con un horario, un entrenamiento más corto o hacer ejercicio en el trabajo o cuando mira televisión podría ayudar.
No existe un mejor momento del día para hacer ejercicio, pero hay una ventana en la que debes evitar sudar. Específicamente, no realices un entrenamiento intenso una hora antes de acostarte. Aunque es una especie de mito que hacer ejercicio por la noche afecta negativamente al sueño, el ejercicio de alta intensidad puede hacer que sea más difícil conciliar el sueño en la hora siguiente.
Obtener luz natural durante el entrenamiento puede ayudar a que su ritmo circadiano funcione como debería. Si puede, haga ejercicio al aire libre. Ya sea que corras por tu vecindario, extiendas tu tapete de yoga en un parque, agarres una tabla de surf, recorras una ruta de senderismo o te subas a tu bicicleta, te ayudarás a conciliar el sueño más rápido y a dormir mejor en general.
Si eres una de esas personas que odia tener que levantarse por la noche para ir al baño, puede resultar tentador reducir el consumo de agua por la noche. Pero la deshidratación hará que tus entrenamientos sean más difíciles. Necesitas reponer el líquido que pierdes con el sudor. Si hace mucho ejercicio, eso podría significar beber más de los ocho vasos de agua estándar. Y no querrás meterlo todo por la noche, cuando podría terminar interrumpiendo tu sueño. En su lugar, acostúmbrate a beber agua durante todo el día. Llevar contigo una botella de agua durante el día puede ser útil.
No recomendamos una sesión de sudor intensa justo antes de acostarse, pero otros tipos de ejercicio pueden ayudarle a dormir mejor. Los estiramientos o algunas posturas simples de yoga pueden ayudarte a calmar tanto tu cuerpo como tu mente. Esto hace que sea más fácil quedarse dormido rápidamente en lugar de dar vueltas y vueltas. Y eso puede ayudarte a mejorar tu entrenamiento mañana.
Equipo de entrenamiento
Accesorios de fitness
Tecnología de fitness
Nutrición física